sábado, 5 de diciembre de 2009

¿Qué importa cómo se originó nuestra vida?

Antes de comenzar a realizar el trabajo, decidí meterme en páginas web para intentar conocer y de algún modo intentar vivir en primera persona lo que realmente conlleva el aborto. Para algún interesado en el tema y que realmente quiera saber en que cosas me he basado, aquí os dejo la principal pagina web donde he visto los testimonios: http://www.aciprensa.com/aborto/ y un video que me ayudó a razonar:
Los diferentes tipos de casos, los testimonios de mujeres y sus respectivas justificaciones que he encontrado en esa página web, me han ayudado a decidir cual es mi verdadera opinión. En algunos de ellos, las mujeres eran creyentes y no se perdonaban haberlo hecho por el pecado cometido, otras, no lo hicieron debido a sus prejuicios morales por sus creencias religiosas. En el caso de mujeres violadas, algunas sentían tanto odio por su agresor que decidieron abortar, otras, aprendieron a querer a su hijo y a conllevar el dolor, a pesar del origen de su hijo. Otros testimonios eran de irresponsabilidades de jóvenes, en los que algunas decidían asumir las consecuencias y tenerlo, y otras decidían abortar.

A continuación, os ofrezco algunos datos sobre el aborto:

Llegar a abortar puede causar las siguientes consecuencias:
  • Riegos de abortar: Infecciones, hemorragias, coágulos de sangre, daños al cerebro, perforación o laceración de la matriz...
  • Tras el aborto:
    -Embarazos ectópicos (fuera del utero), abortos espontáneos, nacimientos prematuros y quedar estéril.
    -Síndrome Post-Aborto: Depresión, desórdenes en el comer y dormir, súbitos recuerdos, pesadillas, pérdida de autoestima, tristeza, culpabilidad…

El gran porcentaje de muertes de madres se debe a abortos provocados. Las razones por las que una mujer decide recurrir al aborto, son las siguientes:

  • 51.6% sociales
  • 22.8% económicas
  • 14.3% familiares
  • 5.7% salud
  • 3.3% personales
  • 2.2% violación

Yo opino que todo niño tiene un propósito especial en la vida y el derecho a vivir, ¿qué importa cómo se originó nuestra vida?

Muchas mujeres que han abortado un embarazo producto de una violación, se han encontrado con que los efectos posteriores del aborto, son mucho más devastadores que los del ataque sexual. Al menos, eso he podido leer en algunos testimonios, como por ejemplo este:

  • “Era mucho más difícil lidiar con el aborto que con la violación. La violación fue un crimen terrible contra mí, una víctima inocente, el aborto fue la matanza de mi hijo inocente, y yo participé voluntariamente. Traté de convencerme a mí misma de que tenía una buena razón para abortar, después de todo había sido violada, pero el dolor no me dejaba pensar sobre esto".

Sinceramente, yo no tengo una opinión clara de si estoy a favor o en contra del aborto. Por una parte, pienso que en algunos casos si podría llegar a estar a favor, como los motivos de violación, debido al trauma que te puede llegar a causar ese hijo, ya que por mucho que le llegues a querer, siempre estará en tu recuerdo su origen. En los casos de que se aborte por otras circunstancias, puedo llegar a estar de acuerdo, aunque no lo estoy, siempre y cuando se haga dentro de las seis primeras semanas, cuando solo es una masa deformada, y no a los cuatro meses, cuando ya se le considera una vida formada.

En los apartados en los que no estoy a favor, es donde entran las irresponsabilidades, todo el mundo sabe a lo que se expone si no usa métodos anticonceptivos, es decir, a embarazos no deseados.

La verdad es que si tuviera esta situación con mi novia, me costaría mucho llegar a una conclusión y solución. Respetaría su decisión, pues al fin y al cabo ella será la que vivirá en primera persona todo el proceso, aunque yo quiera estar con ella. Soy consciente de todo lo que te puedes perder teniendo ese hijo y a las muchas personas que involucrará para su mantenimiento, pero él no tiene la culpa. Pienso que asumiría las consecuencias, ese niño no ha pedido nacer y no tiene la culpa de nada, es fruto de una irresponsabilidad de la que tendré que afrontar tanto yo como mi novia. Al principio necesitaremos ayuda, pero intentaría buscar cualquier modo para podernos valer por nosotros mismos.

Poniéndome en lugar de una mujer, yo no dudaría en tener ese hijo, exponiéndome a perder toda mi vida de juventud por delante. Siempre pensamos que ya somos lo suficientemente maduros, pero estamos bastante equivocados. Pensamos que a nuestra edad podemos llegar a ser capaces de cuidar un bebe, pero siempre vamos a necesitar la ayuda de nuestros padres, porque se nos viene todo muy grande y siempre existirá el miedo de no hacer bien las cosas, los cuidados…Pero intentaría aprender rápido e intentar hacer todo por mi mismo. Otra cosa que no me gustaría tampoco, es que la gente me viera con mi hija a mi edad, ya que pensarán que soy una irresponsable y es verdad, si me hubiera pasado, lo hubiera sido.

A pesar de todo lo dicho, el motivo de abortar puede estar influido también por otras muchas causas: la religión, los familiares, los pensamientos, causas sociales, económicas, salud, personales…

Estos son mis diferentes puntos de vista que me hacen no llegar a una decisión clara de si estoy o no a favor del aborto en determinadas circunstancias, aunque pienso que me decanto más por no estarlo. Pero una cosa si tengo clara, estoy a favor de la ley del aborto, ya que permite a cada persona hacer lo que quiera, tenerlo o no tenerlo, según sus ideales, su filosofía y su conciencia.

De lo que no estoy a favor es de la nueva ley que van a sacar, en la que las niñas de 16 años pueden abortar sin el consentimiento de sus padres. Pienso que es algo ilógico, al menos si lo comparas con hacerte un piercing, ya que para hacértelo necesitas autorizaciones de tus padres y… ¿no la necesitas para abortar? Creo que los padres tienen todo el derecho del mundo en saber qué es lo que está ocurriendo, ya que ellos son los que nos pueden ayudar y aconsejar sobre nuestros actos, pero lo que no tienen ningún derecho es en influir sobre la conducta de la chica, a pesar de sus ideales, religión, filosofía etc, da igual, porque la que vivirá los problemas de después del aborto será ella, y ella es la única que debe decidir que hará con su vida.

Es curioso que haya tantas madres que mueren por deshacerse de “su problema” habiendo tantos padres que mueren por adoptar ese “problema”.

Se presenta al aborto como el camino “más fácil” o como la “única salida”, sin embargo, esas mismas personas ignoran que el aborto no es la “única salida” sino la “peor salida”.

sábado, 31 de octubre de 2009

El conocimiento...¿Nos hace felices?

“La ignorancia esclaviza, el conocimiento nos hace libres, la libertad nos hace felices, la felicidad (y sólo eso) nos hace tener éxito en la vida”. Hola a todas las personas que os disponéis a leer mi blog. Decidí comenzar y basar mi reflexión sobre si el conocimiento nos da la felicidad o no, al darme cuenta de que esta frase, aparentemente una afirmación verdadera, resulta no serlo.

El conocimiento no siempre nos hace libres y la felicidad realmente no la produce la ignorancia. El conocimiento nos da un tipo de felicidad diferente respecto a la del ignorante, nos da una sabiduría e inteligencia que nos permite tener la capacidad de reflexión y argumentación de ciertos aspectos y características de cosas e ideas que un ignorante no apreciaría.

He de decir que realmente no hay una sola respuesta a la idea inicial del trabajo y que ni yo mismo la tengo clara. En determinadas situaciones del día, el conocimiento nos puede dar la felicidad que necesitamos al darnos la solución a las miles de preguntas que nos acarrea el día a día. Aunque también, nos puede dar la tristeza, soledad y angustia que el ser humano nunca las busca y siempre las suele evitar, aunque muchas veces las acaba encontrando, al saber cosas que quizás no debería nunca haber conocido o no debería haberlo hecho en ese determinado momento.
Para poder diferenciar si realmente el conocimiento nos aporta la felicidad y poder clasificar que cosas nos hacen felices y cuales no, habrá primero que plantearse una pregunta: ¿Qué es realmente la felicidad?

La felicidad es algo más que tener una vida confortable. La felicidad es un estado más íntimo del hombre que tiene que ver con su espíritu, su estado anímico y de su intelecto. El hombre no es feliz por naturaleza sino que debe buscarla y en muchos casos la buscamos donde es más cómodo y sencillo buscar, pero dónde no hay lo que buscamos. La buscamos en el alcohol, en el sexo, en el dinero, en el poder, en las posesiones, en los vicios, en la comida... con las que como mucho se obtiene confort, pero no la felicidad.

Donde realmente encontramos lo que buscamos es en el conocimiento, sí, en eso que nos forma como personas y nos aporta muchas veces esa felicidad que tanto ansiamos y otras veces lo contrario. A medida que crecemos, el conocimiento que vamos obteniendo nos ayuda a resolver dudas sobre la vida, a conocer el verdadero sentido de esta, a plantearnos que tenemos que hacer en cada momento, que decisiones debemos tomar para en un futuro llegar a tener la vida que queremos y que camino me puede llevar a la felicidad. Normalmente, el conocimiento lo solemos asociar con el estudio, el instituto, con horas y horas estudiando y que nos da la sensación de tiempo perdido. Estudiarte una lección más o aprender una cosa más en el instituto, a lo mejor no nos aporta esa felicidad que buscamos directamente, ya que suele aparecer esa famosa pregunta de ¿y esto que hemos aprendido, para que nos sirve en la vida? Esto no nos da la felicidad realmente, de hecho nos produce estrés y agobios a la hora de los exámenes, pero… ¿que ocurre después de un examen aprobado? Yo, al menos, si encuentro esa felicidad, un estado de confort, alegría, estar orgulloso de ti mismo por haber podido superarte a ti y a nuevos retos y la recompensa de un trabajo bien realizado que a buen seguro me valdrá para el futuro y que aunque no lo quiera ver, me está formando como persona.
El aprender nuevas cosas en el fútbol, conocer y poder aplicar nuevos regates, recursos, disparos… Cada nuevo conocimiento, cada revelación, te hacen sentirte lleno y feliz. Por lo tanto, con el conocimiento podemos lograr alcanzar nuestros objetivos planteados y llegar a tomar las decisiones óptimas que nos pueden llevar a experimentar realmente todas esas características que definen a la felicidad.

Muchos estaréis pensando que no siempre el conocimiento nos da la felicidad y es cierto… Uno no siempre puede ser feliz, es decir, la felicidad no es un sentimiento continuo ni permanente. Para mí, el conocimiento es la puerta tanto a una felicidad más elevada como al riesgo de la frustración y la desesperación. El conocer ciertas cosas que no te hubiera gustado haberlo hecho nunca o quizás en ese momento te lleva desilusiones y te hace desechar ideas en las que habías puesto tu vida y que de pronto descubres que ya no valen. Te hace encontrar esa tristeza, soledad y angustia que el ser humano tanto intenta evitar.

En cambio, una persona ignorante, que cree a pies juntillas en una cosa determinada, ya tiene la vida resuelta, no se expone tanto a experimentar vacío y desasosiego porque no encuentre lo que busca.

Como conclusión quiero dejar claro que para mí, el conocimiento y la felicidad no son conceptos proporcionales, algunas personas ignoran y son felices y al contrario, otras, conociendo cosas son infelices. Un claro ejemplo es la felicidad que tienen los niños pequeños aun ignorando y sin saber nada sobre las cosas que les rodean. A medida que van aprendiendo sobre estas cosas, van perdiendo las ilusiones que tan felices les hacían en el pasado. Pero también puede ocurrir totalmente lo contrario y lo que en realidad yo he argumentado. En mi opinión, yo prefiero conocer todas las cosas que estén relacionadas con mi vida, la verdad y nada más que la verdad, intentar buscar lo que yo entiendo como felicidad, aunque me exponga a encontrar esa tristeza y frustración. No obstante, todos somos capaces de intentar buscar una solución a los problemas o ser capaces de convivir con ellos y volver a recobrar la felicidad.

Por lo que desde mi punto de vista, el conocimiento sí nos puede llegar a hacernos felices, pero no en todos los casos. Aunque yo diría que en este tipo de mundo, ser un poco ignorante y estar algo enceguecido es favorable a lo feliz, ya que a lo mejor no eres tan feliz como podrías llegar a serlo, pero en realidad tu no sabrías hasta que grado llegaría tu posible mayor felicidad si fueras menos ignorante, y además corres menos riesgo de poder llevarte un batacazo y encontrar la frustración y tristeza.

Todo esto nos lleva a la realidad de que si todo hombre que descubriera y aceptara el verdadero sentido de la vida, tendría que acabar siendo virtuoso, es decir, tener aquella fuerza interior que permite al hombre tomar y llevar a cabo las decisiones correctas en las situaciones más adversas para tornarlas a su favor. Por lo que se puede decir que a la felicidad sólo se llega siendo virtuoso, siendo virtuoso a través del conocimiento.

"La verdad es como la luz, sólo molesta a aquellos acostumbrados a la oscuridad"